Las cosas no han ido muy en orden últimamente. En realidad, nunca han seguido uno. Paso de un estado de completa seguridad y determinación, a un estado de cuestionamiento a todo lo que antes parecía definitivo. Voy por el tercer intento de terminar una licenciartura, supongo que eso dice mucho de mi determinación; y aunque de verdad me gusta culpar de ello a las circunstacias, debo ser honesta y admitir que sólo me valí de ellas para no enfretar los hechos. Me encuentro, ahora mismo, en aquel punto en el que es preciso decidir (nuevamente) si voy a continuar con esto o no. ¿Qué va a pasar si por tercera ocasión dejo los estudios? He pensado en varias posibilidades:
1) Continuar en el trabajo que tengo, maestra de inglés en primaria. Por el momento eso suena bien y no lo dejaré ir, el único problema es que no creo poder continuar por mucho tiempo sin estudios que respalden mis conocimientos y habilidades; sobre todo sin un papel que lo certifique.
2) Platicando con uno de mis buenos amigos surgió la idea de aprender algo, como una especie de oficio del cual nos podamos valer para hacer dinero. La idea básicamente es que sea algo que nos guste hacer para que no tengamos que sentirnos presionados. Sigo pensando cuál podrá ser ese oficio para mí.
3) Dejar la ciudad, de preferencia ya domindando un oficio, y ...
En realidad creo que no estoy teniendo la mejores ideas. Viajo entre nubes esperando que el futuro no sea tan malo y que alguna especie de magia permita que la suerte esté de mi lado. No confío mucho en mí ni en el terreno que preparo para los tiempos venideros, pero tan sólo pensar que debo tener un plan me hace querer no tener uno. Al final, me vuelvo a sentir de regreso al 2006 cuando todo mundo parecía ya saber qué sería de sus vidas saliendo de preparatoria y yo me consolaba pensando que con un tiempo de descanso tomaría la mejor decisión; 6 años y medio después, sigo esperando mi mejor decisión.